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Blog personal: El hilo del laberinto |
Última Actualización: 26 de septiembre de 2006 - Martes
Del 14 al 21 de agosto de 2006.
Nos hospedamos en Fresnedo, un pueblo minúsculo en la comarca de asturiana de Teverga, muy cerca de la frontera con León.
La casa (Casa Inés II) está muy bien, y el trato de la "casera" fue excelente.
Algunos comentarios negativos:
Para compensar, algunas cosas buenas inesperadas:
La semana fue bastante completa, aunque no tan intensa como la del año pasado. Hicimos bastante geocaching, pero esa zona de Asturias tiene más bien pocos cachés. Una lástima, pero nos desquitamos el último día, al volver a Galicia.
Y, para resarcirnos del año pasado, esta vez visitamos una cueva: Fresnedo, precisamente a apenas un kilómetro del pueblo donde nos alojamos. Estuvo bien y fue interesante aunque la visita fue corta y no se profundizó apenas en una cueva que tiene catorce kilómetros de galerías.
Como siempre, nos dejamos algunas cosas en el tintero, para futuras visitas:
ATENCIÓN: Dado que las imágenes son muchas y muy grandes, esta página está configurada para no permitir la descarga de los archivos grandes en sí. Lamento las molestias.
Curiosa imagen en el monte Aloia, al lado de Tui.
Imagen tomada con el móvil de Pablo, un par de días antes de empezar nuestro periplo por Asturias.
Zarza "mutante" descubierta en nuestra primera marcha. Obsérvese la densidad de las espinas.
Interesante planta entre rocas, en la subida desde Fresnedo a los refugios prehistóricos vecinos.
La fotografía no hace justicia a la pendiente que hay que subir para alcanzar esos refugios. Es tremenda.
Lamentablemente no llegamos a verlos porque durante el ascenso se puso a llover y el terreno se volvió francamente peligroso. No hubo otro remedio que darnos la vuelta. Que, por cierto, fue bastante más peligrosa y accidentada que la subida :).
Parque Natural de Somiedo (I)
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Aunque nuestros mapas de carreteras no lo indicaban claramente, hay una carretera bastante decente desde San Martín de Teverga a Somiedo. Nos paramos justo en la cima de la montaña que separa Teverga de Somiedo, para sacar algunas fotos panorámicas, pero el punto elegido no mostraba ninguna vista de interés.
Salvo este especimen, claro :-)
Parque Natural de Somiedo (II)
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Parque Natural de Somiedo (III)
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Déjame ver tus lindos ojillos de miel...
Parque Natural de Somiedo (IV)
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Ese Fon, atrevido...
Parque Natural de Somiedo (V)
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¡Cuidado, Pablo, que va a por ti!.
Parque Natural de Somiedo (VI)
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La única ruta que hicimos en Somiedo fue al "Lago del Valle". Para llegar a allí hay dos caminos. Carmen y Alfonso fueron por el fácil, y Pablo y yo fuimos por el difícil.
El sendero que se ve a la izquierda y en el centro superior es la ruta fácil.
Parque Natural de Somiedo (VII)
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En un punto del camino difícil hay una bifurcación, con dos carteles indicando que se llega al "Lago del Valle" por ambos senderos.
Tras rascarnos un poco la cabeza, decidimos que ya que era la ruta difícil, lo lógico sería tomar el camino que subía.
Y efectivamente, sí que sube... hasta las pedreras de la cima de la montaña.
Parque Natural de Somiedo (VIII)
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Las fotografías no dan una idea ni siquiera remota del tamaño de esas paredes y de lo impresionantes que resultan las pedreras.
Las pedreras se forman cuando la roca tiene grietas, el agua se cuela en ellas, y hiela por la noche. El agua se dilata al congelarse y trocea las piedras.
Parque Natural de Somiedo (IX)
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Parque Natural de Somiedo (X)
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Parque Natural de Somiedo (XI)
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El establo de montaña del borde de la foto nos sirve para valorar la escala.
Parque Natural de Somiedo (XII)
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Parque Natural de Somiedo (XIII)
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Parque Natural de Somiedo (XIV)
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Tras pasar mucho frío, un viento fuerte y gélido, y un par de chaparrones que nos calaron hasta los huesos, decidimos que aquella no era la ruta que nos llevaba al lago, y nos dimos la vuelta.
Mientras tanto Carmen y Fon habían llegado ya al lago y nos llamaban desesperadamente a través de PMR (Walkie-Talkie) sin éxito, ya que estábamos lejos y con una montaña entera de por medio.
Parque Natural de Somiedo (XV)
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Regreso a la puñetera bifurcación, a toda velocidad. Teníamos aún media hora de camino, cuesta abajo.
Parque Natural de Somiedo (XVI)
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Una última vista de las cimas y las pedreras.
Parque Natural de Somiedo (XVII)
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Parque Natural de Somiedo (XVIII)
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Árbol curioso cerca de la bifurcación.
Parque Natural de Somiedo (XIX)
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Muy cerca de la bifurcación. En este punto ya oíamos a nuestros compañeros por radio, que regresaban al pueblo.
El sendero del fondo es el camino fácil. Estuvimos tentados de alcanzar a Carmen y Alfonso campo a través, pero entre nuestra ruta y la suya hay un río e innumerables vallas electrificadas y alambre de espinos.
Además, ¡qué caray!. ¡Tenemos que ver el lago!.
Parque Natural de Somiedo (XX)
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El Lago del Valle.
Parque Natural de Somiedo (XXI)
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Parque Natural de Somiedo (XXII)
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Parque Natural de Somiedo (XXIII)
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Parque Natural de Somiedo (XXIV)
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El lago está cerrado de forma artificial, a modo de presa, pero el vaso en sí es un antiguo circo glaciar.
Al fondo, la morrena original.
Parque Natural de Somiedo (XXV)
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Tapiz verde sobre el agua
Parque Natural de Somiedo (XXVI)
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Para regresar lo antes posible, y para variar un poco el paisaje, cogimos la ruta fácil.
Las nubes empezaban a abrirse y dejaban pasar algunos rayos de sol.
El camino que se vislumbra es nuestro sendero de descenso.
Parque Natural de Somiedo (XXVII)
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Parque Natural de Somiedo (XXVIII)
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Parque Natural de Somiedo (XXIX)
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Parque Natural de Somiedo (XXX)
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Vaca pintada.
Una combinación de colores muy poco habitual.
Parque Natural de Somiedo (XXXI)
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Parque Natural de Somiedo (XXXII)
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¡¡Cuidado con el toro!!
El cartel pone:
"Advertencia: Si a usted le parece que puede cruzar la finca en 8 minutos, mi toro 'Brinco' lo hace en 4".
Ahí queda eso...
Parque Natural de Somiedo (XXXIII)
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Parque Natural de Somiedo (XXXIV)
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A la caza de nuestro primer geocaché de la semana.
Llovió toda la mañana, pero durante la búsqueda del caché tuvimos suerte y no nos mojamos.
Carmen saludando a la cámara...
Las escaleras están hechas de lo que parecen vigas de minas.
La ruta es una preciosidad. Lástima que no la llegasemos a completar, pero teníamos una agenda apretada.
Un poquito más al borde y tenemos que avisar al 112 :-).
Vaaale, confieso que se lo pedí yo...
Por fin una foto todos juntos, gracias al trípode.
A la derecha, un puente de madera para cruzar el río.
¡¡Caché encontrado!!.
Carmen había regresado al coche, así que la fotografía está tomada con trípode.
El día estaba nublado y con chaparrones frecuentes. Pero el paisaje es precioso.
Es como Galicia, pero sin incendios forestales.
Carmen y Alfonso.
Obsérvese la capa de nubes.
Alfonso y yo.
¡Ah!, ¡cómo me gusta un buen paisaje verde y húmedo, y cómo lo echo de menos en mi exilio en Madrid!.
Había que decidir rápidamente si continuar con el próximo caché de la ruta, regresar a casa, o probar suerte en Oviedo.
Bah, probemos con el siguiente caché. ¿Qué es lo peor que puede pasar?. ¿Que nos empapemos?.
Vale, lo peor que puede pasar es tener que conducir sin visibilidad por una carretera de montaña con curvas de 180 grados, coches de frente, vacas y caballos.
Bien, reconozco que aunque fue muy divertido, yo también tuve algún sustillo.
Pero todo sea por la causa.
Tiramos (definición exacta) el coche en el arcén, para evitar accidentes.
Tuvimos que dejar las luces de emergencia puestas para poder localizar el coche al regreso.
Obsérvese que sólo se ven tres líneas en la mediana. En esas condiciones la única opción es conducir por el medio de la carretera, guiándote por las líneas blancas, y rezar para que el que venga de frente, que hace lo mismo que tú, lleve las luces encendidas.
Carmen relajándose tras el stress de la subida.
Y es que si bien conducir por la mediana es una temeridad (además de ilegal), los caballos y vacas no llevan luces que te prevengan de que te los vas a comer.
Tras atravesar Oviedo a duras penas y dar bastantes vueltas, conseguimos llegar al tercer caché del día.
Intentamos un cuarto caché, pero se nos hizo de noche y tuvimos que regresar a casa. Volvimos al día siguiente y, esta vez, no lo dejamos escapar.
¡Oh!, ¡un acebo!.
¡¡Todavía existen!!
La Senda del Oso es una bonita y fácil Vía Verde entre Teverga y Truvia.
En total son cosa de 22 kilómetros en cada sentido. La pendiente es muy ligera y el suelo es casi demasiado duro para caminar (las rodillas se resienten bastante), pero perfecto para una bicicleta.
La ruta está muy transitada.
Echamos de menos papeleras a lo largo del camino.
44 kilómetros es un poco duro para hacer a pie, sobre todo en terreno tan duro, así que decidimos empezar la ruta a mitad de recorrido, recorrer una de las cuatro etapas y luego regresar. Las previsiones eran de cosa de 12-14 km en total.
Cuando volvimos al punto de partida aún era pronto y no estábamos cansados, así que decidimos continuar el camino en el otro sentido.
Y tanto seguimos que se nos acabó la ruta y tuvimos que volver.
En total estimo que nos hicimos 22 kilómetros. No está mal, aunque con terreno tan nivelado no tiene mucho mérito.
Además la charla, el contraste de paisajes y el ruido del agua hicieron que el recorrido fuera muy ameno.
Pablo y pared de musgo.
Río Teverga, que bordeamos todo el camino.
¡Un Ent!.
Pequeño huerto al final de la senda (o al principio, según se mire).
Mata de gardenias.
La misma mata de gardenias, pero con zoom.
¡¡Cebollas!!. Justo lo que necesitábamos debido a un problema de comunicación del día anterior :-). Tal vez lo cuente en mis memorias :-).
Estuvimos tentados de coger una, pero el cartel de "por favor, respeta la propiedad privada" nos creó mala conciencia y lo dejamos correr :-).
Mi madre, que es de pueblo, dice que puede tratarse de ajos. Nunca lo sabremos...
Playa de las catedrales (I)
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Las fotos que siguen están sacadas ya en Galicia, en nuestra ruta de regreso de Fresnedo a Vigo.
Al norte de Lugo tenemos la playa de las catedrales, llamada así porque cuando baja la marea quedan al descubierto bóvedas de piedra en los acantilados, a modo de catedrales, de varios metros de altura y por los que cabe perfectamente una persona adulta con un niño a hombros.
Lamentablemente llegamos con la marea subiendo.
Playa de las catedrales (II)
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Playa de las catedrales (III)
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Playa de las catedrales (IV)
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Playa de las catedrales (V)
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Playa de las catedrales (VI)
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Playa de las catedrales (VII)
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Cuando baja la marea, las calas se comunican por las bóvedas y por lenguas de arena.
El punto más al norte de España.
Salgo en pocas fotos, pero no sacarse una fotografía aquí es inexcusable.
Gafas de sol para conducir.
La estaca en la punta de Estaca de Bares :-).
Pablo de espaldas, luciendo camiseta "macintoshera".
La X marca el lugar.
La zona de "O barqueiro", al este de Estaca de Bares, es preciosa. Lástima que todas las fotos que tengo sean desde lejos.
Entre las fotos de Pablo se verá la misma escena desde su perspectiva. Es un resultado curioso.
A la caza de otro geocaché.
Mirador Espasante (III)
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Un poco de calor para pegarse con los tojos, pero no hay nada que nos impida llegar a los cachés :-).
Como curiosidad, no vimos tojos por Asturias. Pero es cruzar la frontera en Ribadeo (por cierto, preciosa ría y precioso puente) y ver tojos por todas partes.
Son una plaga.
Otro geocaché en nuestro haber.
El pueblo del fondo creo que es Cariño.
Nos gustaron tanto las vistas desde este excepcional mirador, que dejamos un TravelBug.
Zoom de los bancos de arena "fractales".
Mirador Mirandas (VIII)
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El último geocaché en nuestro periplo de Fresnedo a Vigo.
Vista hacia el sur.
Vista hacia el norte.
El caché.
La sombra era inevitable, porque el sol estaba ya muy bajo y no había otro ángulo que quedase bien de luz.
En fin.
Carmen nunca había visto una puesta de sol en el mar, así que nos quedamos hasta el final, a pesar del viento y el frío :-).
En esta ocasión hemos sacado fotos a la casa al llegar, en vez de al irnos. Esta vez las camas están hechas :-p
Aquí dormimos fon y yo. Como se puede ver ya había tomado posesión de mi cama.
El baño impecable. Muy importante ;-)
Las escaleras hacia la planta baja. Curiosa decoración.
Fon y Carmen, ¿y por qué me sacará la lengua?
No me puedo creer lo vieja que es esta televisión. ¡Sólo tiene una toma de antena!. No hay euroconector. No hay video compuesto. No hay... ¡nada!.
Menos mal que teníamos el ordenador portátil de Pablo para quitarnos el vicio nocturno de películas/series :-)
La Planta Baja, Comedor, Salón, Hall, todo en uno.
Las fotos que siguen documentan una de las rutas de senderismo que salen de Fresnedo. Pablo tomó las fotografías porque el resto de nosotros (Alfonso, Carmen y yo) no llegamos tan lejos.
Estas fotos muestran el punto al que llegue antes de dar media vuelta.
Aquí la ruta se perdía, pues no había señalización clara. Una lástima, aunque tampoco quería alejarme mucho más de mis compañeros.
En el camino de descenso me paré aquí, un lodazal, lleno de pisadas de caballos. Tenía un aspecto curioso.
Ahí está el intrépido explorador.
Al subir vi esta curiosidad, pero fue al bajar que saqué las fotos.
El cartel cuenta, a grandes rasgos, que antiguamente los lugareños se ponían bajo el tronco, y si alcanzaban con su cabeza más allá de la curva del tronco, es que habían alcanzado la madurez. Vamos que ya eran hombres o mujeres.
Cercano a la cueva de Fresnedo se encontraba un sendero que ascendía hacia el interior de las montañas. En ese camino se encontraba esta casa. Situada sobre una loma y rodeada de un pequeño bosque y las montañas el sendero bordeaba las tierras que la circundaban
Todo paz y tranquilidad.
Allá a lo lejos, puede verse el pueblo donde residíamos. Qué pequeñito parece desde aquí. ¡¡¡Bueno es que era pequeñito!!! :-)
Fotografías tomadas en Pola de Somiedo.
¡Uis, ese dedito!.
Ese Fon, que decepción, este año no trajo el pantalón negro, en fin...
De camino hacia "Lago del Valle".
La vista desde aquí recordaba a los cuentos fantásticos, esos con caballeros y dragones, pero la fotografía no le hace justicia.
Qué le vamos a hacer, uno todavía no ha alcanzado el nivel adecuado.
En lo alto de la montaña. El individuo con mochila soy yo.
El individuo con mochila sigue siendo Jesús, si bien la distancia no es tanto como parece.
Lago del Valle
A lo lejos, si os fijais en la parte superior derecha de la montaña, vereis la entrada a una cueva.
En el centro más o menos de la foto puede observarse el camino seguido por los glaciares.
Adiós lago, hasta nuestro próximo encuentro ;-)
Y el camino sigue y sigue, y adónde nos conducirá...
No me salió muy bien la foto, pero os aseguro que parecía el paisaje de Bola de Dragón, sólo faltaba Songoku saltando por ahí con su bastón mágico y Bulma siguiéndole detrás.
Buahhh qué tiempos.
Molin de Xanas. En la mano llevo la mítica "bolsa del geocaching".
Y tuve que volver para hacer la foto desde el otro lado del río con la cascadita.
El punto desde el que saco la foto se supone que es un molino, no veas lo que costó darse cuenta, y por que sabíamos que tenía que estar ahí...
Senda del oso.
La hojita le da un... sabor característico.
Playa de las catedrales.
Unas playas preciosas, pero seguro que molan más con la marea baja.
Además había un par de ch... errr, paisajes preciosos en los alrededores.
Estaca de Bares.
Me encantan estas imagenes con los rayos del Sol cayendo sobre el mar, como si de columnas de luz se trataran.
Contraimagen de una fotografía mía anterior.
Efecto curioso, tener dos fotografías tomadas en el mismo momento, pero con ángulos tan diferentes.
Y mientras nuestros avezados geocachers observan animosos el horizonte, este testigo de excepción recoge el momento historico para la posteridad.
Esta fotografía parece la entradilla de esa infame serie llamada "Andrómeda".
Punta Candelaria.
Leyendo el log del geocaché.
Y al final... el océano. Inmenso.
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