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Blog personal: El hilo del laberinto |
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28 de Junio de 1.996 - Viernes
A finales de los 60 y principios de los 70, se desarrolló una arquitectura de RED bajo el patrocinio de DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency). Su característica más destacable era el estar diseñada para ofrecer una visión homogenea a las aplicaciones, independientemente de cual fuese el sistema subyacente. Proporcionaba una interfaz clara, simple y portable, y conseguía, además, que redes diferentes interoperasen de forma completamente transparente. Aquel protocolo se llamaba IP (Internet Protocol).
Aunque se implantaron rápidamente servicios como el correo electrónico o la transferencia de ficheros, se trataba de una arquitectura más, entre otras muchas -como la SNA o la DECNET-, restringida sobre todo al mundo universitario y militar. Su integración en la popular versión UNIX de Berkeley (BSD) supuso uno de los primeros pasos de su enorme éxito actual.
El protocolo de red IP, junto a su protocolo de transporte TCP (Transmission Control Protocol), han tenido una difusión enorme en la última década. Hoy por hoy TCP/IP constituye, sin duda, la arquitectura de red por excelencia, junto a OSI de ISO, y puede decirse que las siglas IP han alcanzado su pleno significado: Internet, como la unificación última de todas las redes mundiales públicamente accesibles. El número de máquinas conectadas supera con creces los cuatro millones, y el número de usuarios sobrepasa los cien. Cifras que, por otra parte, crecen de forma exponencial.
En la actualidad es imposible considerar TCP/IP como un hecho anecdótico. Si inicialmente su nicho fueron los entornos universitarios y militares, es indudable que hoy en día Internet tiende, cada vez más, hacia ámbitos comerciales, no sólo en cuanto a servicios disponibles sino también en la modalidad de acceso. El número de empresas que permiten contratar accesos a Internet ha crecido de forma impresionante en los últimos años. En España, hace apenas un bienio, muy pocas personas conocían su existencia; hoy en día existen infinidad de revistas sobre el tema y la competencia entre las diferentes empresas proveedoras es feroz.
Definir qué es Internet y para qué sirve es difícil. Se trata de un mundo enorme y cada uno de sus usuarios posee una visión distinta de él. Desde mi propia perspectiva, Internet constituye:
Si hace unos años se consideraba que para estar informado era preciso leer periódicos, y hoy lo es oir la radio y ver la televisión, pronto lo será el acceder directamente a la información a los pocos minutos de hacerse pública, gracias a Internet. Se convertirá, si no lo es ya, en un auténtico fenómeno social.
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